En TES Seguridad nos ocupamos del más ínfimo detalle en cada una de las instalaciones de sistemas de seguridad que realizamos y le ofrecemos soluciones a su medida.
La seguridad contra actuaciones antisociales debe proteger tanto a los individuos como a sus bienes. El Estado no puede darla a nivel particular y en consecuencia, cada persona debe proporcionársela por sus propios medios, y no esperar a que el riesgo se manifieste en todos los niveles: vivienda, negocio, industria, etc.
La seguridad empieza por analizar el riesgo, y esto se consigue con el análisis de los factores de probabilidad (tablas de casuística) y de magnitud (valor de los bienes y de las vidas). Los primeros nos dan un porcentaje de probabilidad del hecho y los segundos el valor de los posibles daños, que multiplicados entre sí, nos darán el valor del riesgo.
Cuando inciden temas de seguridad personal el valor del riesgo es infinito. En planteamientos de seguridad que disminuyan el riesgo de daños personales, cualquier inversión es extraordinariamente rentable.
El arma base de los antisociales (ladrones) es la impunidad y el silencio, que se contrarresta con un sistema adecuado de seguridad contra intrusión (alarma o seguridad electrónica). El intruso pierde su impunidad al esperar una represión y desiste.
Como arma complementaria utiliza la rapidez, que se contrarresta con seguridad física o pasiva: cerramientos, cajas fuertes, cerraduras, etc., que ponen tiempo entre el ladrón y el valor.